Venezuela rechaza las declaraciones de la Casa Blanca y acusa a EE. UU. de utilizar el narcotráfico como excusa para intervenir y desestabilizar la región.
El régimen de Nicolas Maduro, a través de su Cancillería, denunció que Estados Unidos pone en riesgo la «paz y estabilidad» de toda América Latina. Esta denuncia surge tras las recientes declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quién, tras ser consultada por el supuesto envío de tres buques en las aguas del Caribe de Venezuela, aseguró que la administración de Trump está lista para «usar todo su poder» para frenar el «flujo de drogas hacia su país».
Mediante un comunicado, publicado por el canciller venezolano Yván Gil, la administración de Maduro señaló que las acusaciones estadounidenses arriesgan la estabilidad regional y el espíritu de cooperación promovido por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que declaró a América Latina como una “Zona de Paz”.
Venezuela acusa a Washington de usar el narcotráfico como excusa
La Cancillería de Venezuela señaló a Estados Unidos por recurrir a “amenazas y difamaciones” al acusar al país de vínculos con el narcotráfico, lo que —según Caracas— evidencia la “desesperación” y el fracaso de las políticas de Washington en la región. Asimismo, aseguró que la DEA fue expulsada de Venezuela en 2005 y que, desde entonces, se han logrado “resultados contundentes” contra el crimen organizado, con capturas, desmantelamiento de redes y control de fronteras.
El régimen de Maduro también sostuvo que las presiones externas buscan “doblegar a un pueblo libre”, pero que Venezuela seguirá avanzando en paz y dignidad. Asimismo, hicieron un llamado a los venezolanos a «resistir cualquier intento de intervención» y a consolidarse como «un faro de resistencia y seguridad para América Latina y el mundo”.
Narcotráfico en Venezuela: un negocio que fortalece al poder y se expande en complicidad
Un informe publicado en agosto de 2024 por la organización Transparencia Venezuela advierte que Venezuela se ha consolidado como uno de los principales corredores del narcotráfico en el hemisferio. Según las estimaciones, al menos 639 toneladas de cocaína circularon por el país en 2023, lo cual generó ingresos brutos superiores a los 8.200 millones de dólares. El documento sostiene que esta economía ilícita no solo beneficia a carteles internacionales y grupos guerrilleros, sino también a sectores del poder político y militar venezolano, donde la corrupción facilita que funcionarios de alto rango permitan el libre tránsito de cargamentos y participen en operaciones de lavado de dinero.
El reporte también señala que, aunque el gobierno de Nicolás Maduro insiste en mostrar resultados en la lucha antidrogas, las incautaciones disminuyeron de 52 toneladas en 2023 a 40 toneladas en 2024, mientras que en Colombia aumentaron, lo que sugiere una permisividad en las rutas venezolanas. Además, resalta el rol del ministro de Interior, Diosdado Cabello Rondón, acusado en tribunales de Estados Unidos de integrar el llamado Cartel de los Soles. La investigación detalla la persistencia de rutas estratégicas en estados fronterizos como Zulia, Táchira y Apure, con conexiones hacia el Caribe, Centroamérica y Europa.