El último sábado, los familiares de 5 víctimas del ‘caso La Cantuta’ pudieron enterrar los restos de las personas que perdieron la vida a manos del Grupo Colina hace 31 años.
A través del equipo de Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh), se brindó acompañamiento a los deudos a fin de permitirles realizar una digna sepultura a los fallecidos durante el gobierno de Alberto Fujimori.
En una ceremonia en el cementerio ‘El Ángel’, los familiares de Dora Oyague Fierro y Armando Amaro Cóndor dieron el último adiós a los estudiantes asesinados.
En tanto, los restos Bertila Lozano Torres, Felipe Flores Chipana y Marcelino Rosales Cárdenas serán trasladados a sus respectivas regiones de origen para proceder con su entierro.
«Estos 31 años son la muestra del amor más grande, porque solo el amor nos ha motivado a buscar verdad y justicia, y hemos logrado que los autores materiales e intelectuales sean condenados. Hemos conseguido verdad y justicia», declaró para la agencia EFE Carolina Oyague, hermana de Dora Oyaque.
Los restos humanos en cuestión fueron enviados a un laboratorio de Inglaterra en 1993 con la finalidad de identificar de quiénes se trataba. Ahí permanecieron hasta el año pasado cuando la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) tramitó su repatriación al Perú.