El exgobernador de Junín y líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón Rojas, ha reaparecido tras el agitado contexto político peruano, manteniéndose prófugo de la justicia desde hace dos años. Pese a estar investigado por presuntos delitos como aportes ilícitos a su partido y ser el supuesto cabecilla de «Los Dinámicos del Centro», Cerrón rompe su silencio en ‘Cuarto Poder’, para mostrar su distanciamiento de la vacada expresidenta Dina Boluarte y anunciar que su partido sí formará parte de las elecciones generales 2026.
La ruptura con Dina Boluarte: de socia a «desleal»
Cerrón, quien fue el responsable de incorporar a Dina Boluarte a la política en las elecciones generales de 2021 cuando ella era «una perfecta desconocida», asegura que la caída de la exmandataria se debe a su «deslealtad». Cerrón conoció a Boluarte en 2018 durante las elecciones municipales y regionales, donde ella postuló a la alcaldía de Surquillo. Posteriormente, en 2021, decidieron conformar la plancha presidencial liderada por Pedro Castillo y que ganó el proceso.
Las fricciones dentro del partido se iniciaron cuando Boluarte, ya como vicepresidenta y ministra, comenzó a «cambiar y a mostrar su verdadera personalidad», indica Cerrón Rojas.
Además, sostiene que las deslealtades de Boluarte, de carácter ideológico, político y programático para con el partido, se expresaron en los primeros meses de gobierno, en 2021, y después con el propio Pedro Castillo.
Este quiebre deribó en su expulsión del partido en enero de 2022, momento que el líder de Perú Libre considera el «punto de quiebre» y el inicio de la caída de Boluarte.
El pacto con la derecha y el vaticinio de la vacancia
Tras perder el apoyo partidario y de la bancada congresal de Perú Libre en 2022, Boluarte habría recurrido a las bancadas de derecha para evitar acusaciones constitucionales y censuras ministeriales. Según Cerrón, se estableció un pacto o «negociación» entre ambas fuerzas. La derecha parlamentaria obtuvo ministerios, direcciones y unidades ejecutoras, mientras que Dina Boluarte recibió el compromiso de no ser vacada y ser blindada en el Parlamento, lo cual ocurrió en siete ocasiones.
La alianza, afirma Cerrón, se necesitaba en «ese momento de la conspiración» para evitar la disolución del Congreso y para sostener a Boluarte en el gobierno.


